Los legisladores crean la norma, el juez aplica la norma con la capacidad de interpretarla, según convenga o sea el caso; puede ver que la norma presenta una laguna y el juez se vea en la necesidad de crear norma para dar solución.
Las leyes positivas jamás podrán reemplazar el uso de la razón natural en los quehaceres de la vida. Las necesidades son tan varias, la comunicación de los hombres tan activa, sus intereses tan múltiples y sus relaciones tan extendidas, que resulta imposible para el legislador regularlo todo, Pues las leyes, una vez redactadas, permanecen tal como han sido escritas, los hombres, al contrario, no reposan jamás, viven en constante actividad y cambio.
La aplicación literal de la norma daría como resultado una serie de desavenencias e insatisfacciones ya que quedarían relegados los principios, derechos y las facultades a las que tiene derecho la persona.
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